MI NIETO
Veo a mi nieto, César, el primero,
avasallando todo en su correr,
y lanzando con fuerza la pelota
vence un imaginario guardameta.
Para él toda la casa es un gran patio
en que adornos, floreros y jarrones
son los fanáticos espectadores
que celebran haciéndose pedazos.
Y sobre el ruido que hacen al quebrarse,
su grito agudo, eufórico se eleva
y así al máximo inflando sus pulmones
expresa jubiloso- ¡que golazo!
Y yo contemplando los mil pedazos
de los rotos objetos del recuerdo,
me llamo a calma y con resignación
le grito - !eso, arriba mi campeón!
Cuando llega el momento de la noche
y decidimos irnos a dormir
él va a solicitarme protección
y ante JESUS… hacemos oración.