Cuando no estás a mi lado
es una gran soledad
la que siento.
Rezar es mi devoción.
La oración que siento
en mi alma,
es para pedir a Jesús
que una vez más,
pueda concederme
este ferviente deseo
de que vuelvas a mi lado.
Me agrada la soledad
porque me hace recapacitar,
reflexionar sobre hechos
y sucesos de mi vida.
Pero no todos los días
de mi existencia,
tengo que estar sin ti.
Porque te necesito.
¡Tanto te necesito!
¡Porque te amo!
Cuando no estás a mi lado,
ahí es donde más
solo me siento.
Y eso... no me agrada.
¡Quiero vivir con alegría y felicidad!
Pero contigo.
Hoy, mañana, siempre...
Tú eres la que me hace
sentir los deseos de vivir...
Esta vez no voy a pensar
en un tonto e injustificado suicidio.
¡Porque quiero vivir!
Pero contigo.
Hoy, mañana, siempre...
Hugo Emilio Ocanto
08/02/2016