Santiago Miranda

No tan joven

Niños mirando hacia el cielo
altos árboles vestidos
encamisados, empantalonados, encorbatados
los toman de los brazos
aupándolos en sus copas
para llevarlos de paseo por celestiales parques
donde ahora
sus cabezas rozan las altas nubes.

ellos, abrazan fuertes a sus padres
queriendo ser algún lejano día como ellos
fuertes grandes gigantes.

 

Ciertamente el tiempo pasa
si no es así
nosotros pasamos a través del tiempo
algunos corren para llegar antes de tiempo
otros lentamente se van deteniendo
¡vaya que recorrido largo es!
más yo me he deslizado a través de los sentidos
sentimientos del pasado
con ojos bien cerrados
negándome a la picada de los mosquitos del olvido.

 

Inesperadamente, aparece el curioso evento
(los interiores espejos develan la escena)
un momento en que el joven
se da cuenta en que se parece
demasiado a su padre
demasiado quizás mucho
esto invariablemente indica 
ahora es ya un adulto
con la carga ambivalente
de seguir el camino trazado por el destino
o dar media vuelta.

 

Y no es por no quererte papá
(tú lo sabes bien)
con una copia tuya bastará
yo he de seguir buscando
quién ser