Somos mortales, que
en la intimidad del diálogo
cargamos demasiado peso
por causa de la dualidad
de las cosas y de dios
Consecuentemente perfectos
nos preguntamos por las
diferencias que nos igualan
y en esa simétrica relación humana
divina por definición superior
perdemos el miedo a la ruptura
Tarea interminable
presencia fragmentaria
obra necesaria, búsqueda
por la comprensión mediadora
que nos salvará de los cobardes