Somos náufragos en una mar de emociones,
Como arroyo seco en vientos extremos,
Pero vale la pena encontrar el cielo,
En el espíritu del alma que seguimos manteniendo.
Aun en el dolor, este actúa como odre vivo,
Lleno de historias y experiencias que nos hacen sabios,
Y somos una cápsula valiente, con un sentido amigo,
De copas dispuesta y tiempo vigente para seguir avanzando.
En este collar de perlas, el dolor sigue presente,
Pero son los versos los que nos alumbran,
En medio del pavor y la niebla que a menudo sentimos,
Y nos guían en el camino que juntos vamos construyendo.