¡COME y CALLA!
Come y calla nos decían
hace ya bastantes años,
unos padres que tenían
comportamientos extraños;
pues siempre ellos sonreían
a pesar que nos hacían
comulgar con el engaño,
para ver si conseguían
apartarnos del rebaño,
del cual ellos dependían
sin tener ningún escaño.
Cuantas necesidades pasamos
aunque ahora parezca cuento,
y cuando todo esto contamos
al momento comprobamos,
como se las lleva el viento;
cualquier palabra o lamento,
de la que nos desprendemos,
después de tensar los frenos
e intentar detener el tiempo,
que a pesar de pasar lento,
sin dudar no detendremos.
¡Estas son unas historias
que nos marcaron la vida,
y aun careciendo de escorias
es necesidad compartida,
para jugar esta partida
donde nadie alcanza glorias!
Joanmoypra