Es que el amor es avaricioso
y no se conforma con lo poco
cuando ha probado lo mucho,
porque en la necesidad de amar,
no es la cantidad,
es la inmensidad de vivir.
Ese sentimiento que le salen alas
queriendo a las nubes subir
y lo debes dejar
porque es tan irremediable
que sólo concibe sentir la libertad…
jamás en cautiverio.
Ese amor en el que me encierro,
en su caverna y me subyuga
a lo apasionado, a lo parecido a la locura,
es lo único en la vida
que he practicado sin dudas,
amar contra todos los tiempos
y dejarlo escapar libre
como el viento.
Así como el viento
permíteme llegar a ti
atrápalo y lógrame sentir.