Aquella vez estando enamorada
forjaste la noche a nuestro modo,
tal como Dios nos sacó del lodo
creamos fuego en esa madrugada.
Hubo pasión y lujuria inmaculada,
hundidos en la cama lo hicimos todo
como si este tiempo fuera el periodo
donde darnos amor sin obviar nada.
Extasiados en nuestro paraíso,
nómadas en el suelo de improviso
cada cual en la piel busco la senda.
Ahora sabemos lo que ahí fuimos,
recordando lo que esa noche vivimos,
más que sexo forjamos una leyenda.