Qué dichosa fue mi vida,
al tener un padre tan querido,
como un árbol arraigaste amor,
con tu firme actitud aguerrido.
Un guerrero de ternura y protección,
siempre fuiste mi héroe osado,
y con voluntad de un soldado,
y con valentía de guerrero,
orgullosa yo de ti, padre amado.
Tu ausencia me da escalofrío,
al enfrentar el mundo sin ti papito mío,
te necesito tanto a mi lado,
no sé cómo llenar este vacío.
Recuerdo tus lindos ojos,
recuerdo tu voz temblorosa,
papito amado te me fuiste,
dejándome hermosas memorias.
Esa noche tan terrible,
incliné mi cabeza en tu pecho,
papito amado ya en tu lecho,
no concebía tu deceso.
Papito te amo, te amo, te amo,
y con fe le pido al Dios me permita,
que al cumplir mi misión en este mundo,
en tu nueva morada papito lindo,
me recibas en tus brazos a la eterna vida.