Señor Todopoderoso
ilusión del afligido,
que sobre la cruz erguido
subiste al cielo glorioso.
Perdonaste al vanidoso
los pecados cometidos,
consolaste al oprimido
colmándole en paz y gozo.
Y si algún avaricioso
tu camino tropezara,
también Tú le perdonaras
por ser misericordioso.
Humilde pastor virtuoso
tus ovejas descarriadas,
tienen sus deudas saldadas
con sólo mirar tu rostro.
Y si el ladrón temeroso
prueba tu sangre sagrada,
toda su vida pasada
será un recuerdo borroso.
Señor santo y generoso
que llevas la cruz terciada,
por tus llagas laceradas
fuimos salvados nosotros.