Señalaré con mis sentimientos
todo lo que por ti siento,
porque hay noches de gorriones
que se quieren salir
y yo los aguanto con mis ternuras
y que no se escape
un mínimo de su gemir.
Porque tengo sensaciones
que acumulo entre mi razón
la de poder sucumbir
entre tantos espacios,
que en mi alma te quiero abrir.
Marca con tus manos mis labios,
tócalos y mira cuánto mi piel
se está cuarteando,
por la escases de los tuyos,
que no me besan,
es que acaso no te pesa,
el no poder estar,
yo siento que en ellos,
tú me supiste marcar.
Ya no deseo otra boca si no es la tuya,
la que me toca la textura de mi piel.
Tú marcaste también en mi corazón,
señales de tu suspirar,
para que por nadie más sienta,
lo que por ti siento al amar.
Marcaste en mi vientre
toda una expansión territorial
y con tu miembro surcaste
profundidades,
que fueron más allá del gozar.
Porque implantaste la fecundidad
de mis dos amores,
que son parte de mi necesidad.
Ahí marcaste bien tu territorio,
lo definiste como centro de expansión,
bien notorio,
a tantas pasiones sin igual,
donde sólo el sexo lo llevo
en forma conyugal.
Me marcaste toda mi vida,
tú tenias tus razones,
delimitaste mis pasiones,
sintiéndolas hasta en el más allá.
No me juzgues, tú me pusiste frontera.
Estas las marcaré yo.
Siento amar hasta el infinito
y allí no se limita ni el más silencioso grito.
¡Puedo decir lo que yo quiera!
¡puedo sentir como quiero!
decir que amando muero,
porque soy amante del aire,
de lo libre, de lo que espero…
¡y me dejo cubrir sólo por mi cielo!