Aunque sé palpablemente
que tu amor ya lo he perdido,
de tí yo nunca me olvido
y aún te llevo en mi mente.
Por que:
ME AFERRO A LA TIERRA BUENA
COMO EL CACTUS A LA ARENA,
y aunque inexorablemente
voy camino de la fosa
al compás de un triste son
te dejaré tiernamente
la rosa
sangrante de mi corazón...
¡Como olvidarte ángel mío
si naciste entre las heras
de mi florecida era
donde nunca reinó el frío
solo dulces primaveras?
Mi pecho fuera tu cuna
mi corazón tu alimento,
así que no hubo ninguna
que robara tu alimento.
Mi fé se aferra serena
como el cactus a la arena
traicionera del desierto
y aunque para tí este muerto
siempre..siempre te diré
¡QUE NUNCA TE OLVIDARÉ!