Ayer te vi, caminabas lentamente
eras un soplo de vida extremadamente
unido a esa sonrisa verdadera
pero nadie vió todo el carño derramado
esos ojos empapados de ternura
se sentía el calor de una alegría
esa que te va dando la vida.
Pero quién se fijaria,si era un débil
cuerpo de harapos vestido
buscando un aliciente nido.
El cariño quedó clavado al piso.
Tú que pasaste sin verlo, pero mucho olvido
constuíste al hombre aguerrido
sin conmiseración, aturdido loco atrevido.