Vuela libertad
sobre el sembradío senil
de la verdad
y sea tu cielo
los sueños;
y tu posada
mi realidad.
Vuela, sueña,
niña hermosa
en el vaivén
de la cándida
felicidad.
Forja tu destino
sin temores
en la eufórica silueta
que es del amor
tu eternidad.