Max Hernandez

No puedo no mirarte.

Parado en un rincón, oculto entre el bullicioso gentío,

Tratando de mantenerme a la vista de todos escondido,

Miro por sobre el hombro del que cubre generoso mi presencia,

Y al notar una imagen conocida a la distancia,  sonrío.    

 

Llevo casi media hora parado, ansiosamente esperando

Que entre las sombras emerja tu imagen de diosa.

Ups, cuidado! Me agacho y escondo desconcertado,

Y es que giró tu rostro hacia mí, y por poco me has mirado.    

 

Aún tembloroso levanto la mirada, algo atontado,

Esperando en el fondo de mi alma que aún ahí permanezcas,

Más ya no estás en ese lugar, suspiro profundamente aliviado.  


Solamente espero que el resto de gente no lo haya notado,

Que aunque a nadie y a todos no le parezca,

Estoy perdida y locamente de ti, enamorado.