Llora mi alma dolorida,
Se quiebra mi corazón,
La dueña de mi pasión
Se muestra muy resentida;
Sabe que le di la vida,
Sabe que ella es mi razón,
Y deja que esta obsesión
Se torne en mortal herida;
Se aleja de mi agonía,
Me muestra su gran desdén,
Destruye aquella alegría
Y mata mi ser, también;
¿Por qué nunca fuiste mía?
Jamás lo podré entender…