La amistad
Es el don más espléndido otorgado
y se gesta en el mismo Paraíso.
Dios lo dona tendiéndonos su mano
diciéndonos que seamos hermanos.
Nos la obsequia la flor con sus aromas
y el árbol con su sombra protectora,
el néctar exquisito de la fruta
y el ave que va cantando en la aurora.
Es águila de majestuoso vuelo
que en el aire se vuelve transparente.
Es agua pura, viva, cristalina
que brota de las almas como fuente.
No importa si el amigo esta distante
ella sabe cruzar por los espacios
y va llevando el mensaje lejano
de que siempre seremos como hermanos.
Tan Verdad es, que tiene de testigo
un Dios bueno que lee su intención
y sabe que es auténtico el legado
que generoso entrega el corazón.
Y que la planta de Jade florezca,
de rosa y blanco vestida su flor
y con su tallo de intenso verdor
sean símbolos de franca amistad.
De crisantemos llenemos los prados
y la Rodonita hagamos rodar.
Lapislázuli debemos portar
como símbolo de gran hermandad.
Y en explosión de ternura y bondad
hagamos crecer un gran corazón
que en millones de fragmentos estalle
y a todo el mundo, ¡poderlos llevar!.