Yo venero a los que saben lo que dicen,
que cuando hablan sólo dicen lo que saben,
no me importa si los otros lo bendicen,
nadie exista que a sus textos los alaben.
Que mi dios entre unos pocos he contado,
los que admiro en su destreza al escribir,
tan expertos en pensar y en describir
todo aquello que han vivido o imaginado.
Sus altares siempre estarán llenos flores
por quien somos sus discípulos adeptos
es la forma de rendirles los honores,
devolverles con placer nuestros afectos.
Son capaces de gestar en mí empatía,
engrandecen sus ideas inalcanzables,
en su afán por revertir son insaciables,
a ellos hoy yo rindo aquí pleitesía.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/