Mi alma ocultaba,
secreta esperanza,
el cenar en San Valentín,
llegarías callado,
lleno de añoranza,
para sorprenderme,
en una mano una flor,
en la otra el vino y el pan de jamón,
y al sentir tus pasos...
Alzaría la mirada,
te vería sonriente,
me darías un beso de frente,
sabor a mermelada,
Día de Enamorados,
estarías conmigo,
¡romanticón!
Feliz amorcito en la ocasión,
en mi regazo, de un zarpazo
quitarías mi saya,
olor a cocidito madrileño,
y todo consumado,
los cinco sentidos,
¡gloria pura!
Pero...
me quede esperando,
y tu con Pepe jugando,
¡ya no vengas! ¡Vale!
canalla, mal nacido,
olvida mis suspiros,
quedáte sin nada, mi bien,
y sin tu cocidito, también.
De ti no quiero ni un ostión
¡puto gorrión!
me paso el hambre y la ilusión
no tengo alegría,
que te cocine tu tía,
se acabo el follón,
olvídate del cocido
yo me salgo del fogón,
¡cabrón!
(fin de la celebración)