Alguna vez soñé con esos ojos que se posaban en mi interior, haciendo estremecer mis entrañas.
Añore aun sin conocerte el dulce néctar de tus labios que sosteniendo mi mirada, nadaban arrebatados por mi cuerpo... Jure que tu existencia era un latente desafío de incredulidad, aún que presta a una aparición fortuita, fugaz.... Añore con desdén el suceso de tu llegada, esperándote cada mañana, cada anochecer, en cada latido de mi corazón.
Deje que mi mirada se perdiera en el horizonte, trazando en tu silueta el más caótico de mis deseos. Añore...Busqué cansado... Me rendí, y cuando por fin el último aliento de mi boca pálida y seca estaba a punto de desfallecer, el contorno de tu encanto apareció frente a mí, convirtiendo el temor en la más intensa de las ambiciones.
Menguado...reducido al vacío de tus ojos, impregnado con la melodía exquisita de tu dulce aliento, muerdo el límite del firmamento a la espera de tus brazos para perderme en la eternidad
+Eiden P.+