Fue esa trenza con tu pelo; o el hipnótico mirar
de esos tus hermosos ojos,
que lograron transformarme
justo a como fue tu antojo;
e iluso seguía pensando
que era dueño del destino
dominando los sucesos
que enfrentáronse a mi sino.
Alegre viví pensando
lo cierto que fuera aquello
sin permitir que la duda
empañara aquel espejo...
Tu imagen, ocupa todo el sentimiento
cada vez que mi pensamiento se sumerge en el vacío
buscando en otro camino qué llenará mi destino.
Pero de nuevo tu imagen está allí... Por todas partes,
te abrazo con ansias, te beso; y siento un alivio inmenso,
siento la vida circular por dentro,
como ese misterio que inyecta energía,
que llena tu cuerpo e inflama el deseo
de tenerte cerca, de sentir tu cuerpo.