Me preguntan, donde aprendí a escribir de esta forma las palabras,
No hay repuesta, solo tomo de la vida sus encrucijadas
Son imágenes que emergen, en las noches estrelladas
A veces del insomnio profundo, de las tormentas del alma
O mirando con dolor a un niño pobre, sus fantasías quebradas
O en las permanentes injusticias sufridas de la mujer desolada
También de aquellos viajes largos y sus bellas madrugadas,
En el esfuerzo del estudio y el trabajo digno con fe en el mañana
O analizando el sacrificio de mis hijos con su humildad cotidiana
En el constante amor, en la paz y claridad que mi esposa irradia
En el recuerdo imborrable de la fuerza interior de mi madre amada
En mi numerosa familia, donde tengo “hermanos” y mamás dedicadas
Solo puedo decir, que están allí en mi mente, esperando desesperadas
Salir al mundo, siguiendo su marcha, como peregrinas solitarias
Deseando que alguien las adopte o identifiquen su vida diaria
Ellas me ordenan el cómo y el porqué debo expresarlas
Simples, espontaneas, sin sintaxis y sin gramática
Muchas veces mirando la naturaleza con colores y bellas pinceladas
Otras con directa crudeza reflejando la realidad objetivada
Solo soy un instrumento que quiere con todos compartir y llevarlas
Quizás del infinito amor de Dios, con su verdad revelada
Expresando los sentimientos humanos, pero cobijando esperanzas.
2010