El Espíritu Santo
te dio la vida,
en el vientre de tu madre
la Virgen María.
Y el arcángel Gabriel
le anunció la noticia.
Ella dijo «Sí»
con humildad y alegría.
San José el carpintero,
honrado y trabajador,
aceptaste ser el padre
del Mesías Redentor.
La mula y el buey
testigos también son,
pues vieron nacer
al Hijo de Dios.
El Niño Jesús nació
en un humilde pesebre,
pataleando entre las pajas
sonriente y alegre.
Los ángeles te cantan
y tocan sus instrumentos,
oyéndose en todo el cielo
la llegada de tu Nacimiento.
Los pastores caminando
van hacia el pesebre,
a adorar al Niño
y a llevarle sus presentes.
Guiados por una estrella
van llegando los Reyes,
con oro, incienso y mirra,
desde el lejano Oriente.
Nosotros de rodillas
te damos nuestro amor,
alabándote con villancicos,
orándote con devoción.
Niño Jesús bendito,
hoy te hago mi petición:
«Que todos los niños del mundo
te tengan en su corazón,
y que reciban un juguete
con alegría e ilusión».
AUTORA ALMAR.
DERECHOS RESERVADOS.
15/12/2015.