Y te encontró llena de esperanza,
con la mirada en una estrella,
deseando que un día puedas ser una de ellas,
para saber que se siente cumplir un deseo.
Y ah! que deseo...
cuando observas que el creyente
es quien esperó por tí hasta el cansancio
tu llegada a su alma y el deceso de tu existencia en su memoria,
y al ver la estrella fugaz en el eterno cielo
deseó con inocencia que reencarnaras.
Joelis P.