Me gusta escuchar el suave sonido de la lluvia.
El aroma que desprende es una caricia para mi piel. Música para mis oídos.
Es inicio al camino que lleva a la excitación, labios entrelazados, cálidos, unidos por el sabor de la saliva. Lenguas en un roce armonioso.
Cuerpos vibrando al mismo compas.
Cálida lluvia que yace en mi interior, tersas pero fuertes manos dibujan la silueta de mi cuerpo.
Sentados frente a frente mirándonos fijamente, mientras seguimos el vaivén de su sonido envolvente,fundidos en pasión.
Suspiros profundos llenos de placer.
Sudorosos y extasiados, tocando el confín de nuestras emociones, agradecemos a la lluvia por tan hermosa melodía que nos ha entregado