Se corta el aliento
y se vencen los hoy,
se estremecen los mañanas
y floto en el espacio,
mis manos se desvanecen
frente a mis ojos
y la nostalgia se carcajea
frente a mis soles.
Expias el pecado de mis días
y es como si la condena se hiciera eterna,
sigo pensando que no es ello lo que me agobia
sino toda su continuación.
Retiras tu piel de la sabana
y se van las mariposas prendidas a tu pelo,
se desintegra la lava
y queda hecha cenizas.
Los rios de deseo
se llenan de sequía
y los mares ni siquiera
se salan por tributo,
un desorden se condensa
y aun así mi moral es vacía.
Suceden cosas que no debieran suceder,
son cuestiones de piel,
pero suceden.