Trato de hacerme fuerte ante ti,
pero por dentro me siento a morir,
tengo tanto miedo de perderte que mi mente se retuerce en una eterna agonía,
como desearía que tu corazón fuera fuerte,
que tu mente ayudará,
se que no te sirvo de consuelo porque ya me atormentado con oscuros pensamientos,
me siento arrastrada al infierno al verte caer y sentir lo duro que es para ti levantarte.
Como gritarte que te levantes?
Como pedirte que por favor no te marches?
Sé que no depende de ti,
pero cada día te siento más lejos de mí y malditas las cadenas que me apartan de ti,
como quisiera todo fuera tan fácil y estar cerca de ti,
alentando tus débiles pasos y tratando de aquietar tus nervios y miedos.
De verdad trato mucho de mantenerme intacta pero esta zozobra a mí me mata,
esta preocupación tan enorme cada vez que te pierdes en los pasillos de un hospital y me dejas aquí detrás,
no te quiero perder,
no quiero te marches,
sé que no debería pensarme estas cosas,
pero maldita sea el juego del masoquista que me atormenta la mente.
No sé porque siento tan aprisionado el corazón,
siento que se desborda a través de un mar salado de abundante terror,
solo pido a Dios cada día que por favor no te pongas peor,
siento tus silencios y me doy cuenta que me maquillas las verdades,
que me cuentas historias a medias de una realidad más compleja.
Perdóname por no poder calmarme cuando debería consolarte,
pero es que me quiebran tantas ideas,
no quiero perderte,
la sola idea de pensarlo a mí me quema,
me arde y me aprisiona en una cárcel de total oscuridad con eternos rincones de furia,
reproche e impotencia...