DEBE HABER ALGO DESPUES DE TI
Después de ti, el olvido carcome mi recuerdo ido
No queda nada de tus anhelos perdido
Después de ti, las noches son sin sueños dormidos
Que recorren caminos desolados de su cuerpo prometido
Después de ti, ya no hay lágrimas para derramar y llorar
No hay a quién extrañar, ni recuerdos para olvidar
Después de ti, se acabaron los abrazos a quien consolar y poder llamar
Se esfumaron las risas y carcajadas que unieron la vida sin consagrar
Después de ti, ya no hay piropos, ni suspiros a quien congraciar
La ansiedad carcome el cuerpo y el destierro la soledad
Después de ti, el camino es incierto, polvoriento y enceguecedor
De aquel hermoso mirar se desvaneció y perdida en el horizonte quedó
Después de ti, todo es tristeza, dolor y vendaval
Cambiaste el rumbo, sin panorama, desorientado, sin fin y al garete
Después de ti, se alejó el aroma de su cuerpo inmortal
El dulce de tus labios se esfumó como ráfaga que arremete
Después de ti, las canciones dejaron de brillar sin melodía
La inmensidad de tu ser, se volvió penumbra al atardecer
Después de ti, el grito de amor se quedó sin eco al amanecer
Él te quiero, se quedó mudo en tu rostro al palidecer
Después de ti, me volví errante, salvaje y vagabundo
Huyendo de día, acechando de noche calmada y fría
Después de ti, se acabaron los sueños del futuro moribundo
Sin canto y con la mirada brotada turbulenta y perdida
Después de ti, cuando caiga la noche y la soledad congele las horas
La incertidumbre se apoderará de tu cuerpo, de tus besos
Cuando me haya marchado, buscando a lo lejos otra morada
Recuerda que mi alma siempre vivirá en ti, del amor infinito, que no conseguí
Y en el tiempo tu mirada, después de ti, será mi silencio eterno
Qué importa que mi cuerpo yace en un sepulcro frío y lóbrego
Después de ti, espero con tristeza, la soledad del destierro
Y calme por siempre el desespero que embargo mi alma y su desvelo
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla