Hallé sólo sombras, bajo la oscuridad de tu silencio,
Y el viento musitaba en soledad,
Muy pocas frases, que en medio del frío inventaba,
Leía tus palabras volátiles en el cielo,
Y eran palabras que desnudaban,
La oscura penumbra de tus recuerdos.
Me pregunto,
Donde hallaré las mismas frases,
Y el mismo aroma de tus labios,
Aroma de Carmín recién impuesto,
Que se ha impregnado,
Sobre el tejido frágil de mis lamentos.
Me pregunto en este rincón... que no es cualquiera,
Cuando aparecerán tus bellos ojos,
Cuando escucharé tu amarme bajo la luna,
Cuando bajo el aroma de Madres Selvas,
Confundirás tus “te quiero” entre la brisa del silencio,
Mi voz, prendida de recuerdos que te reclaman,
Humedecida de fresca lluvia que te llama,
Pretendiendo ilusa decirme que me amas,
Así se muestra, tu lejana palabra;
De pronto veo entre lo mucho de lo poco,
El fulgor intenso de tu amante llama,
Naciendo en medio de la noche,
Entre lluvias, y el fresco aroma de la playa.
Ha nacido el Sol de Medianoche,
Y con el tu luz es un derroche,
Tú extraño y recordado aroma
Que abrazando a mis palabras
Ha disipado a las penumbras;
En medio de la nada,
Bajo las sombras de un árbol de Ponciana
Y aroma de Jazmín y Madre Selva...
Tu frase de Amor que da la calma,
Con tu Sol de Medianoche y poca luna,
Iluminando a mi vida sin fortuna,
Para escribir sobre mí pecho y diestra pluma,
Que tú también me Amas.