Los holas y adioses suelen decirse con las más fingidas ternuras.
Pero nuestros holas vienen revestidos de las más profundas alegrías
y nuestros adioses con las más hondas desolaciones.
Nuestro hola y nuestro adiós es la entrada y salida a nuestra historia,
nuestra coincidencia…
Nuestro hola y nuestro adiós evitan los remordimientos de conciencia,
las alegrías fingidas
y las torturas de media noche…
Para nosotros,
decir hola es empezar
y decir adiós es experiencia…