No hay amor más sincero que entre dos ciegos.
Aprenderé pues a querer con ojos cerrados y corazón abierto.
A abandonar la superficialidad y mirar adentro.
A ser más sentimental y perder el miedo.
A aceptar lo que siento sin condiciones de por medio.
A no encarcelar tiernas palabras que pidan salir de mi ser interno.
A demostrar que escribo y vivo por ti, por que te quiero.