A Ernestina.
Esta mula, no es tan mula
tampoco es mula careta
-esa es mi potra coqueta-
bajo la luz de la luna.
El rubio sol zaraceño
te ha visto nacer un día,
sin saber que nos daría
un clavelito risueño.
Sin desistir en mi empeño
porque escribir, me estimula;
y aunque mi verso te adula
lo digo, sin arrogancia:
-por su gracia y elegancia-
esta mula, no es tan mula.
La vida no disimula
lo tortuoso del sendero,
bajo tu paso certero
hasta mi pena recula.
Como el deber lo estipula
cuando este dolor aprieta,
mi corazón de poeta
con la voz, en un quejido;
le informa a los atrevidos:
tampoco es mula careta.
Traída por la fortuna
para este suelo llanero,
con ese porte altanero
y esa mirada lebruna.
Agua mansa de laguna
donde juega, la garceta;
Eduardo con vos discreta
gritando, a todos decía;
¡esa es la luz, del alma mía!
-esa es mi potra coqueta-
Voy a bajar una estrella
para que adornes tu cuello,
y que su lindo destello
te haga lucir mas bella.
Por haber marcado tu huella
a un corazón, en ayuna;
es la ocasión oportuna
para decirte rimando,
¡mi mula me está mirando!
bajo la luz de la luna.
Franklin Joel Blanco Aparicio.
Villa de Todos los Santos de Calabozo.
Venezuela.