Se asoma a la ventana
y se le escapa la vida
corre detrás a atraparla
pero el viento se la arrebata.
Se siente vacía,sin alma
no se da cuenta que se apaga
que vive de recuerdos
que la están consumiendo.
Llora y llora sin consuelo
reflejando en el cristal sus miedos
y su cara desencajada
le recuerda que no vale nada.
Hasta que un dia
el sol de la ventana
calentó y acarició su cara
entonces la abrió respiró y suspiró.
Se dio cuenta que aún vivía
se armó de valor,
dejó el pasado
recuperó su vida
y llenó su alma vacía.
Mientras respires hay vida,
si hay vida hay esperanza.
(Silvia Sago registrado)