mussio

Espejo de Media Noche

Es tiempo ya de hablar sobre ese día,
cuando burlaste mi mente y controlaste mi pensar.
Verás, desconocida, yo nunca quise a alguien en mi vida,
el amor no es lo mío.

 

No quiero ir de un lado a otro pensando si me quieres,
buscarte si te necesito o alejarme de ti
cuando el efecto de tus besos me parezcan nulos o insípidos.

 

No quiero pelearme contigo por tus equivocaciones
y mis defectos,
ni quedarme hasta medianoche viendo el reloj
esperando por tu llamada.

 

La soledad está consumiendo mi alma
y, siendo cómplice en mi desdicha,
acabarás odiando lo que creías amar de mí.

 

¡Aléjate! Aun puedo quererte un poco
y quiero verte lejos.
No quiero verte llorar frente a mí.

 

Me saludaste a lo lejos con una sonrisa tan tierna
que me causaba cierta molestia,
pero ver esa suave mano agitándose
lleno mi cuerpo un segundo
e hizo bombear vida a mi alma.

 

¿Por qué sigues aquí?
¿Acaso ya te alojaste también en mi soledad?
Mueres por decirme que no me abandonarás,
pero el final es innegable.
¿Qué tengo que hacer para borrarte de mi mente?
No toques más mi puerta,
no responderé tus cartas.
Las tengo guardadas en el cofre que no descendió contigo.

 

Grítale al sol que volvamos a estar juntos,
pídeme una vez más que vaya contigo,
para el tiempo y toma mi mano por última vez.
Porque ya no quiero caminar solo de nuevo,
no quiero pensarte cada vez que el parque atiende el amor,
quiero verte frente a mí, saludándome otra vez
y tomar tus manos hasta que la muerte me cambie por ti.