He dormido tan poco, Dios, tan poco
Que el día de mis canas cumpleañeras
¡Sólo me estiran ya de las ojeras!
Parece que me esté volviendo loco.
Quizá sea que me llegó el siroco
De ver la vida a cuartas y a terceras,
De cicatrizarme las escaleras
Para no tropezar si me equivoco.
Benditos años que nunca pasaron,
Benditos besos que nunca volvieron,
Benditos sueños que nunca acabaron.
Benditas mujeres que me quisieron,
Benditos hombres que me respetaron,
Benditos años que van y se fueron.