Necesito la rapsodia
de un beso tierno,
que haga sentir y diga
cuánto eleva la inspiración...
haciendo nido aquí
en mi mente ilusionada
en la noche de tu partida
(si solos hemos nacido)
y lo único que tenemos
como excelsa
y verdadera posesión divina
es la vida.
Necesito la rapsodia
altamente masculina,
que haga verte
entre la música
y la neblina mañanera
para verte caminando
con pasos hacia a mí
y que ahí definitivamente
te quedes,
aunque en tonos tan elevados
siento que mi garganta
algo soñadora desentona
en sonidos mal tocados
y no me deja subir
la alegre tonada
que embulla a elevar
las azules alas
de codornices
que revolotean
mi nido de a ratos.
Dejadme entre
esta rapsodia
que mi alma se recree
en lo excelso
de su lira.
Yo soy pájaro que suspira
en la altura y simplemente
me llega su eterna figura...
la voluminosa
que hace dar girones
de entrega...
en estas horas que ya
no resultan tan tediosas,
y son las ansias
las que me revolotean.