Lamento mucho tener que decir que quiero ser dueña de su piel,
que quiero todo su cuerpo recorrer,
no es una manera sutil de decir que la quiero poseer,
hacerla estremecer,
que sude sobre mi piel,
pero de alguna manera es un poco más cortes,
aunque mis ganas son de que pierda el control y sus buenos modales de dama.
Quiero con ricos besos explorar cada
centímetro de su hermosa tez,
que sus gemidos se agudicen y
no encuentre más palabras que gritar mi nombre
mientras estoy dentro de su ser,
en un vaivén de sensaciones y deseos,
de cuanto pensamiento obsceno y
creativo se le cruce por la mente,
se esta para complacer y a una mujer como usted
no se le puede negar el arte de amar de una manera brutal
que su cuerpo se debilite y quede sin fuerza,
en un regocijo de inmenso placer,
donde sus expectativas y ganas queden
cien por ciento complacidas.