Te llevaré dentro de mi
aunque la indiferencia se preste a olvidarme,
aunque las lágrimas se hagan más grandes
y cubran todo de mi.
Te estaré esperando siempre,
mi amor,
con honores por delante,
pues no vale de nada quejarme,
aunque el furor hierva la sangre,
y sienta dolor por ti...
Otra vez.