GuillermoO

Ojos

 

ojos enamorados pero llorantes

en mi cabeza

-próximos suicidas-

 

el ataúd prorrumpe

y llama

la sed que despierta tu cuerpo

requerido

 

romper las reglas hasta siempre

hasta que el mundo se haga chiquito

hasta que por fin podamos tragarlo

dulcemente tragarlo.

 

G.C.

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