LA FIERA Y EL CAZADOR
-Pregunta la fiera a su cazador:
-¿Y por que no me amas? y este le respondió:
-¿Acaso las fieras conocen el amor?
-¡Es posible! contesta la fiera:
-Que el amor esté en alguna parte, por usted desconocida.
-¿Y no sabe que mi fiereza es defensa hacia el agresor?
-Pero en mí, habita un alma sensible, que tiembla ante el dolor,
-al sentirme perseguida por el cazador, ¡el terrible destructor!
-Entonces...piensa el intrépido cazador, ¡Yo soy el hombre!
-A mi me asiste el derecho, ¡solo yo! soy el ser superior,
-ejerzo mi poder sobre toda criatura que corre sobre la tierra,
-¡Y tú fiera! ¿Quien crees que eres? ¿Acaso criatura poderosa?
-A lo que réplica la fiera: ¡Se equivoca hombre cazador!
-¡No me creo! ¡Yo soy la fiera! pertenezco a la tierra entera,
-Soy criatura que vive entre los montes, ajena a tus dominios,
-También soy un animal perfecto, creado por tu Hacedor del amor,
-Ese arquitecto invisible a quien llamas, de tu paraiso el Creador,
¡Entiende! ¡ser inteligente! Tú no armonizas con la creación,
-Este espacio, y esta tierra son mi hogar, y el hogar de mis hijos,
-¡Como ves! también tengo seres a quienes alimentar, lucho por ellos.
-Tengo derecho a la vida, como tú y tu familia o las aves del campo.
-Esa vida que tú me niegas, y en tu arrogancia me quieres quitar...
¡Jajaja! ¡Basta ya! de tanta charlatanería, fiera necia y petulante,
-Tu vida me pertenece, decido en adelante, cuando la he de tomar,
-De tu piel haré vestidos, de tu carne mi sustento, y de tus entrañas
-carroña de cuervos y de zamuros. ¡Y tú! no lo podrás evitar.
-Quemaré los pastos, acabaré con todo a mi paso, este es mi paraiso,
-haré cuanto quiera y como quiera, no siento respeto por ti,
-ni por la tal naturaleza, esa que pretende ser la princesa.
-¡Soy el Señor! Siempre seré tu amo y verdugo, ¡nada me importa!
-Réplica entonces la fiera preguntando:
-¿No te importan el planeta, ni las aguas, ni las plantas?
-¡No! ¡No me importan! ¡Siempre habrá! ¡El planeta es grande!
-Yo solo quiero mientras viva, disfrutar de sus riquezas, de los frutos
-de la tierra, sus minas preciosas, sus océanos y mares sus peces, y todo.
-Y le contesta la fiera, esa criatura inferior,
-¡Hombre cazador! de todas las criaturas, ¡tu eres la peor!
-Porque cuando yo ciego una vida es por la subsistencia y supervivencia.
-No mato, ni destruyo por mero placer, ni apoderarme de lo tuyo.
-Cuando voy a los bosques a saciar mi sed, no enveneno las aguas
-para que otros seres vivos puedan beber también.
-Yo amo los prados, los bosques, los rios, aprecio el aire que respiro,
-Amo a mis hijos y a su descendencia, enseño a respetar la naturaleza.
-¿Dime porque no me amas? ¿Porque no amas la tierra?
-Este lugar sagrado donde creceran tus hijos y los mios.
-¿Porque te crees superior?
-¿De que te sirve el pensamiento, si no sabes razonar?
-¿Porque crees tener derecho a destruir?
-¿Y a contaminar con desechos quimicos este paraíso?
- Y estando inmersos la fiera y el cazador en tan infructuosa discusión,
-el cazador tomo su rifle e inclemente apuntó sobre la fiera, mientras esta
-le pedía ¡Ten piedad no me mates! y sonó el disparo y cayó muerta a sus pies.
-Fué cuando despertó la tierra gimiendo con un desgarrador grito de dolor
-¡Basta ya!
-¿hasta cuando hombre me haces daño y matas sin piedad?
-¿Acaso no ves, que por vuestra causa estoy agonizando?
-Catástrofes por doquier, igual innundaciones que sequías,erupciones volcanicas,
-terremotos, aves del cielo cayendo muertas como gotas lluvia,
-epidemias por mis aguas contaminadas, cangrejos secos en las orillas de
-los mares, rios infestados de peces flotando muertos, ballenas varadas vomitadas
-por los océanos, y las criaturas mansas de la tierra perdiendo su habitat cada día o
-asesinadas por tus balas, y por tantas guerras fraticidas entre su misma especie.
-Y aún así tu ceguera no tiene límites, ¡hombre de este tiempo! no puedo aguantar
-por mas tiempo, tu destino te lleva indefectiblemente a desaparecer de mi faz.
-El tiempo se acaba y estoy junto con mi padre Sol atravesando el proceso final
-de inversión de los polos magnéticos, voy a sacudirme de la peor plaga
¡Que eres tú! hombre hacedor de estragos y maldades en mi cuerpo,
Tendrán que venir otras especies dignas a poblarme, con equilibrio y armonía,
-sin mas equivocaciones.
Entonces, exclamo el hombre desesperado, pareciendo que al fin habia entendido
y tomaba conciencia, ¿Que podemos hacer para evivarlo?
¡Nada! ya es muy tarde.
Raquelinamor
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