Hoy me estoy consumiendo en lontananza,
Sobreviviendo a una mortal herida,
Con despedazada alma ya destruida,
Rodeado de miedo y desconfianza;
Estoy perdiendo el valor, la templanza,
sin un apoyo, con ruta perdida,
Por aquella senda desconocida
Que mata fe, caridad y esperanza;
Basta de tanta agonía y dolor,
Basta de tan inmenso sufrimiento;
Quiero recobrar su tibio calor,
Quiero terminar con tanto lamento;
Señor déjame en manos de mi amor
y acaba por fin con este tormento...