Cada vez que mira
su cuerpo detenidamente
con paciencia admira
los cambios profundamente.
De los surcos ya nacidos
en esta piel envejeciendo
son motivos queridos
darse cuenta que vas teniendo.
Esa tersura juvenil,
ahora brotando bellos
se acerca la edad senil
blanqueando los cabellos.
Y la juguetona memoria
olvidando lo que quiere
te hace revivir la historia
equivocadamente refiere.
Esas expontáneas risas
estalladas cuando niños
son silenciosas, sin prisa
pero con mucho cariño.
La tremenda agilidad
de la cual te ufanabas
han perdido la habilidad
solo la calma gozabas.
Y cuantos amigos tomaron
camino por la alameda
se fueron, pero amaron
en esta vida que no queda.
A la tuya dale sabor
alégrala con motivo
porque solo con amor
te sentirás emotivo.
Y cuando el cuerpo descanse
hecho ya el camino
solo piensa que el alma no yace
encerrada en un destino.
Pués volará en libertad
sin reglas ni restricciones
Será la dicha facultad
que se les da a los corazones.