Niña de las nubes, haz que llueva
para que asperje tu canto en la tierra,
y tráeme junto a tus canciones
la escarcha que besa la hierba.
Baja del celaje palpando las flores
que un día mis manos sembraron,
para que descienda el viento brisado
y en una noche tu vida adulzore.
Niña celeste, baja de mi anhelo,
descuélgate de los sueños dormidos
que en cada áspera lágrima yacen.
Sopla la niebla que cubre tu velo,
niña, baja a la Tierra aquí conmigo,
y deja que las raíces te abracen.