Todas las cosas perdidas
terminan en la comida.
La cocina, la vecina,
La zorra que está en la esquina,
La morocha que fascina
Y da lástima por boba,
La que provoca un vacío,
Un hastío, una locura.
Mentiras de diez mil bocas
Que van buscando caminos
En la aventura de horas,
De días y de tormentas.
Todas las cosas se pierden,
Se me pudren y se mueren,
Se disfrazan de aceitunas,
De chinas tontas y curdas,
De griegas y de alemanas,
De ucranianas y argentinas.
Todas las cosas se encuentran,
Se dividen, se reinventan,
Tribulación que amontona
Muchísimas fantasías
Con piamonteses dormidos
Que no me dan ni la hora.
Mariposas coloridas
Que no dicen si te piden
Al salir de la oficina
Para darte compañía
Caminando hasta un café.