Darío Ernesto

A un enamorado

 

Allí esta reposando el alma,
fuerza de vida son tus ojos,
mi sabia se nutre de tus caricias.
Dio vueltas y vueltas mi aliento
hasta encarnar en ti madre de mi alma
y un día me dejaste ir
rió abajo,tus ojos lloraron en suspiros
¡Oh vida de mi vida,sangre de mi sangre!
Una y otra vez imito los giros de la tierra madre
y en cada primavera vuelvo a renacer
¡Hay amor todo en ti existe!
Esperanza, volver a reír
tu me diste aliento , para seguir la huella
pues creo en ti madre de mis hijos
¡Oh locos pequeñitos hijos!
Que deambulan en mi siesta
despojaron de mi, las soledades
de mi exprimida vida
creo en ti, esposa, de ti, vivo enamorado
tímidamente, pues te alabo,
de fuerzas inagotables, vertiente de amor
me diste la razón de nacer una y otra vez,
enamoraste mi corazón de gestos
con tu voz rompes el silencio torpe en que vivo encallado
pues como un ancla de caricias
me extiendes tus brazos fuertes como cadenas,
soy aquel que se quiebra en mil palabras de viento
poeta del silencio,
de de las lagrimas,
del abrazo que espera en la sala
temprano, muy temprano
agradezco al cielo creador de este mundo
de ti y los hijos.
Amor eterno, amor en la brisa
amor para siempre,del pensamiento omnipresente
en las letras, la pequeña flor de la madreselva
amor, amor,amor.
gracias a ti soy fuerte roble
sombra en la tarde que cobija nuestros sueños.

Dario Ernesto Muñoz Sosa.
Autor.