Mi dama,
te sientes sola,
día a día contemplas
en soledad la claridad
que impone el alba
mientras volteas
al costado contrario
de tu cama,
y esta vacío,
habitante eres
de una bella casa
donde eres en ocasiones
el mejor adorno,
que de vez en vez
cambia de lugar,
señora de la casa
pero nada es tuyo
según las actas.
Mi dama,
tu status de señora
bien casada, esposa
del hombre ocupado
que entiendo vive contigo
por las huellas
que deja en la cama,
no impide que mi alma
te piense, mi cuerpo te necesite
y mi amor te espere.
Mi dama,
es sueño casi imposible,
es nota musical
que mi guitarra no toca,
cada noche con su foto
río a carcajadas,
con su sombra de gran dama
bailo un tango sollozante,
y contemplo su rostro
de la perfecta esposa
que desearía por una noche
sea mi fiel cortesana.