Camino sin un cuidado,
no me amaga el porvenir,
quiero a tu lado seguir
como un loco enamorado;
libre y despreocupado,
día con día vivir
ese gozo de sentir
ese tu aliento sagrado;
esas sutiles caricias
que despiertan mi pasión,
esas secretas delicias
que inventa nuestra obsesión:
nosotros somos, ¡albricias!
dos cuerpos y un corazón...