Mariana elige un camino diferente, en esa tarde de paseo,
cambia de rutina, entra por una vereda de árboles que parece no tener fin, lleno de flores. A unos de los costados nace una cascada, que con fuerza vierte agua
y cae en forma estrepitosa, decide quedarse un rato
y sentada allí, un estado de letargo se apodera de ella, decide descansar y se duerme, como si el agua le prodigara un arrullo, para entrar en sueño profundo.
Despierta en la alameda, camina , encuentra a una persona( que parece reconocer) era esbelto, cabello castaño, ojos claros y una sonrisa amplia, pensaba
Yo lo conozco ,mientras le esbozo una sonrisa amable.
Ni una palabra, solo miradas, de vez en cuando de ambas partes
-Debo volver- dijo Mariana
El la miró, y con ternura se aproximó a ella,
en voz baja susurró- está atardeciendo, pronto caerá la noche-
el cuerpo de Mariana se estremeció, esa voz la envolvió y el éxtasis que sentía, era imposible de explicar.
Mariana, dijo- Si, es tarde, con más razón- alegó,
van a pensar, que algo malo me pasó...
El extraño, vuelve hacia Mariana Y le indica una pequeña cabaña
- Aquí pasaremos la noche, y después retornarás.
Ella asiente, como inducida por un fuerte
embrujo, sentía en su interior, una atracción extraña
he incontenible, algo que jamás había experimentado.
Entraron a la cabaña, la noche era clara, y dentro las
estrellas iluminaban el recinto- Una casa de cristal-
murmuró, él la toma de la cintura y la besa con dulce delicadeza
Y ella corresponde a ese beso...
Sin decir palabras, agotan todas las instancias de completarse uno a otro,
un encantamiento ,se había apoderado de Mariana, que no desea alcanzar el día,
ni alejarse de él, ni de sus caricias.
Mariana, abre los ojos, mucha gente a su alrededor, busca al guardián y no
lo encuentra.
Siente a lo lejos,-¡ Mariana despertó!-
Y la respuesta( seguramente del médico)
- No, solo fue, un movimiento reflejo-;
Ella se desprende de ese cuerpo y se ve en una cama con sábanas blancas,
con asistencia mecánica, no recuerda que pasó, ni porque estaba así, solo quería volver
al lado de su extraño y no apartarse jamás
La ventana del cuarto se abre, una luz se aproxima a su cuerpo, es él
que viene a sacarla de esa prisión, casi sin vida;
Mariana, emprende el viaje, con su amor de fantasía.
....
Ya no volverá más.
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Nélida Moni