Hoy, tumbado en mi cama
indago entre las nieblas y tinieblas del ayer
que inundan mi mente y mis recuerdos.
Las horas pasan y pasan,
y la memoria sale y sale,
al son del resacoso vómito.
Ella estaba allí, allí ella estaba,
detrás de la barra lo encontré,
sirviendo copas y chupitos.
Me miró, me pidió que me acercara,
le pedí... eso nunca lo recordaré,
me puso... no me fijé, me había hipnotizado.
El reloj corría y en el asiento más me clavaba,
mientras ella me cobraba sin yo verle,
mientras ella me atendía, y atendía.
Los vasos crecían como la noche pasaba
Chupito, vaso ancho, tumbler...
Pero llegó la hora de cerrar,
y mi cuerpo la necesitaba.
Me giré, cuando me echaba, la pude ver,
la leí, la etiqueta de la botella...
Amor