Sueño contigo a ojos abiertos,
vivo tu carne a ojos cerrados,
siento tus labios,
aún sin contacto.
Mi pensamiento viaja
y reposa a tu lado.
Peregrino de caricias,
siempre te espera
mendigando una mirada.
Va recogiendo migajas de ti,
suspirando entre palabras,
buscándote entre las rimas
de un amor inconsciente y empecinado.
Irremediablemente va contigo,
porque, aunque lo niegue,
eres su felicidad y su paz.